
Septiembre no solo marca el final del verano y la vuelta a la rutina: también trae consigo ese momento temido por muchas… el cambio de armario. Guardar vestidos frescos y sandalias para dar paso a chaquetas, pantalones y prendas más abrigadas suele venir acompañado de un suspiro: “qué pereza”.
Pero, ¿por qué sentimos esa resistencia? Y lo más importante: ¿cómo podemos convertir este momento en una oportunidad para reconectar con nuestro estilo?
¿Por qué nos da pereza el cambio de armario?
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Asociación con el final del verano 🌞
Más que un gesto práctico, cambiar la ropa es aceptar que los días largos, las vacaciones y la ligereza del verano se acaban. Es casi un “duelo” simbólico que nuestro cuerpo y mente sienten.
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El exceso de ropa 👗
Muchas veces el agobio no viene del cambio en sí, sino de enfrentarnos a prendas que ya no usamos, que no nos representan o que ocupan espacio sin darnos alegría.
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Falta de claridad con nuestro estilo ✨
Cuando no tenemos claro qué nos favorece o cómo queremos vestir, abrir el armario se convierte en un mar de dudas. Esa incertidumbre aumenta la pereza.
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Tarea mental más que física 🧠
No es solo doblar y guardar: el cambio de armario activa decisiones constantes (¿me lo quedo? ¿lo guardo? ¿lo dono?) que consumen energía mental.
Cómo transformar el cambio de armario en un ritual positivo
💡 1. Hazlo con música y tiempo para ti
En vez de verlo como una carga, conviértelo en un momento de autocuidado. Pon tu playlist favorita y regálate ese rato.
💡 2. Aplícale la regla del “sí rotundo”
Si una prenda no te hace decir “sí, me encanta”, es el momento de dejarla ir. Esto reduce mucho el caos y la indecisión.
💡 3. Agrupa por colores y categorías
Facilita tu día a día organizando por gamas cromáticas (como en Nessa Shopper tenemos habitaciones por colores). Te ayudará a visualizar mejor las combinaciones.
💡 4. Aprovecha para definir tu estilo
El cambio de armario no es solo guardar y sacar ropa: es una oportunidad para reflexionar sobre cómo quieres vestir esta nueva temporada.
Desde mi experiencia como asesora de imagen
En mis asesorías y en el curso “Viste tu autoestima”, siempre insisto en que el armario debe ser un aliado, no un enemigo. Un armario en orden, con prendas que realmente hablas de ti, te facilita la vida y aumenta tu seguridad.
Si septiembre se te hace cuesta arriba, piensa que el cambio de armario puede ser un punto de partida para renovar tu estilo y mirarte con otros ojos.
Conclusión
Sí, es normal sentir pereza ante el cambio de armario, porque no es solo una tarea física, sino también emocional. Pero con pequeños trucos y una mirada diferente, podemos transformar ese momento en una experiencia positiva que nos prepare para recibir el otoño con energía y estilo.